El tabaquismo mata a 6.500 uruguayos por año; vea los riesgos y cómo dejar de fumar.
El tabaquismo es responsable por seis millones de muertes al año en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la estimativa es que el número pase a ocho millones hasta el año 2030. El dato es alarmante y revela que, en pocos años, sería capaz de «acabar», por ejemplo, con la población de un país con el tamaño de Suiza, que cuenta con 8.372 millones de habitantes.
En todo el planeta existen 1.100 millones de fumadores con más de 15 años, lo que puede indicar que el vicio por el cigarrillo comienza temprano, aún en la adolescencia.
Según la Encuesta Nacional de Prevalencia de Tabaquismo (ENPTA 2008), la población uruguaya de menor recurso es la que más consume tabaco y siendo así la que más recibe el impacto de enfermedades causantes de quien es fumador. El tabaquismo no sólo deteriora la salud de las personas más pobres, sino que también reduce sus ingresos mensuales para la compra de alimentos, la reducción estimada es del 29%.
Algunos países tomaron algunas decisiones para poder dar una «frenada» al aumento de números de fumadores, subiendo los impuestos, presentando campañas educativas, anuncios y programas de ayuda para dejar de fumar.
Como fue el caso de Brasil que tuvo una reducción en los números de fumadores en su país. En el público masculino, la tasa cayó del 29% al 12%, y en el grupo femenino fue del 19% al 8%, entre los años de 1990 y el de las mujeres fue de 19% al 8%, entre los años de 1990 y 2015.
El hábito de fumar cigarrillos es la mayor causa de muertes por enfermedad pulmonar crónica que puede ser prevenida si los fumadores dejen de fumar. En promedio, las personas que fuman mueren de 5 a 8 años antes que las personas que no fuman.
El peligro del tabaquismo no está sólo en el cigarrillo en sí, las personas que hacen uso regular de chicles de tabaco y las personas que conviven con los fumadores pueden tener todas las enfermedades pulmonares. El riesgo de desarrollar cáncer de garganta, páncreas, riñón, vejiga y cuello es a menudo mayor que en las personas que no están expuestas al humo del tabaco. Fumar es la mayor causa de enfisema, una enfermedad pulmonar debilitante que lentamente deshace la habilidad de respirar normalmente.
Incluso Uruguay viene disminuyendo desde el año 2005 su número de fumadores, la cantidad de fumadores sigue siendo los más altos del mundo, según datos de la OMS. Siendo así la batalla contra el cigarrillo y el cáncer es ardua, ya que el número de muertes causadas por la enfermedad no disminuye.
Los números de investigación en nuestro país son preocupantes, comparando con investigaciones internacionales. Mientras que en el mundo en promedio 34 hombres se enferman de cáncer de pulmón cada 100 mil habitantes, en Uruguay adolecen 45 y mientras en el mundo mueren 30 por cuenta de la enfermedad, en Uruguay fallecen 45.
Peligros del tabaquismo
El cigarrillo está compuesto por cerca de 4,7 mil sustancias químicas, como metales, gases tóxicos y gases cancerígenos. Y, a pesar de la gran cantidad de componentes, la nicotina es la única que conduce a la dependencia.
Por ser una sustancia adictiva, quien fuma podrá sentir mucha dificultad en combatir la voluntad de colocar un cigarrillo en la boca. Y el problema comienza temprano: luego en la primera tragada, los pulmones absorben la nicotina, que llega al cerebro en pocos segundos, y causa una sensación de bienestar y de placer. Por eso, la persona queda dependiente y, en el intento de interrumpir el vicio, enfrenta períodos de abstinencia e irritabilidad.
Otro problema relacionado con el hábito de fumar cigarrillo es que desencadena una serie de enfermedades. Las más frecuentes son las respiratorias, como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica – EPOC, que alcanza alrededor de 210 millones de personas en todo el mundo, y está directamente relacionada con enfisema y bronquitis crónica. Quien sufre de la enfermedad siente dificultad en la respiración debido al bloqueo del flujo de aire en los pulmones.
Otra patología que gana destaque en el tema es el cáncer de pulmón, con 21.836 casos, siendo su gran mayoría los hombres. Causando así el mayor número de muertes prematuras. La gran mayoría de los casos de cáncer en los fumadores están relacionados con el pulmón. Pero, es posible, aún, desarrollar la enfermedad en la boca, el esófago, el páncreas, el riñón, además de otras partes y órganos del cuerpo. «Angina, infarto, derrame cerebral también están relacionados con el humo».
Con las gestantes, el cuidado debe ser redoblado. Las mujeres embarazadas tienen más probabilidades de parto prematuro, de muerte fetal y de desarrollar bebés que pueden nacer con enfermedades respiratorias. Ante eso, abandonar el cigarrillo es esencial para que no haya ninguna complicación durante el embarazo.
¿Cómo dejar de fumar?
El cierre del vicio no es una tarea fácil, pero es posible a través de tratamientos farmacológicos y terapéuticos.
Hay varias maneras de acabar con el vicio. Sin embargo, corresponde a cada fumador elegir el modo que sea más cómodo y efectivo para usted. Sin embargo, algunas situaciones llamadas ‘gatillo’ deben dejarse de lado por todos. La voluntad de fumar no dura más que unos segundos. Retire el cenicero y el encendedor de cerca, distraiga la atención y evite quedarse parado. Para ayudar, beba agua helada, coma una fruta y practique actividad física.
Otra salida para acabar con el vicio, que es recurrente entre los fumantes, es recurrir a la gravedad del problema y, con ello, tener más fuerza de voluntad y motivación para abandonar de vez el tabaco.
Para quien no puede parar sin ayuda, puede recurrir al uso de terapia con la reposición de nicotina. Para utilizar, basta pegar en la piel, en alguna área sin pelo, que el producto con nicotina actuará a lo largo de 24 horas, siendo necesario variar las regiones a lo largo de los días. El beneficio de este método es que la persona queda libre de las otras sustancias nocivas para la salud. Con el paso del tiempo, las dosis disminuyen, hasta que el vicio sea abandonado.
En algunos casos, se debe recurrir al uso de terapias auxiliares en el tratamiento, como conductual. En este caso se identificará cómo comenzó el posible hábito de fumar y porque se está manteniendo.
Muchas veces, para algunos de los fumadores el hábito de fumar tiene como función de generar placer y bienestar. Para otros, cuestión de aceptación social, así como la influencia del ambiente, generando así este mal hábito. Se debe invertir en nuevos «repertorios». Haciendo que la persona no fumadora y / o que abandonó el vicio tenga la misma aceptación que obtenía fumando, ahora con hábitos mucho más saludables.
En el caso del tratamiento terapéutico no existe un tratamiento preestablecido, cada caso es tratado de manera única. Con ello, el tiempo de abordaje será definido por el propio individuo y según su grado de dependencia.
Los estudios realizados por el psicólogo español Elisardo Becoña sugiere que los tratamientos que utilizaron el procedimiento de terapia aliado con reposición de nicotina alcanzan del 40% al 50% de abstinencia del cigarrillo en seis meses. Mientras que los pacientes que hacen uso sólo del método farmacológico, el dato cae al 27%, siendo menos eficaz.
DEPENDENCIA
La nicotina causa dependencia a través de procesos biopsicosociales parecidos a los de la cocaína, el alcohol y la heroína.
El Fumador de 20 cigarrillos / día, que traiga 10 veces / cigarrillo, recibe más de 70.000 impactos cerebrales de nicotina / año.
El dependiente de la nicotina, aprende y cree que el cigarrillo:
- el relleno «vacíos internos»
- es el «compañero»
- le ayuda a lidiar con el estrés
- le ayuda a lidiar con sentimientos positivos o negativos
- lo facilita las interacciones sociales
- lo lleva a la sensación de seguridad.
Sin embargo, estos falsos beneficios del tabaquismo se deben al hecho de que el adicto desarrolla tolerancia a la nicotina y empeora el funcionamiento del cerebro en su ausencia.
BENEFICIOS AL PARAR DE FUMAR
Mejora de la capacidad física
Mejora del gusto
Mejora del olfato
Reducción del riesgo de cáncer
Reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias
Aumento de la expectativa de vida
Terminación del aliento del tabaco
Reducción de los gastos de salud
Economía por no comprar cigarrillos
UN GRAN EJEMPLO para amigos, familiares, en especial, hijos y nietos.
VEA LO QUE SUCEDE AL PARAR DE FUMAR
En 20 minutos: la presión arterial y los latidos del corazón vuelven a la normalidad
En 8 horas: los niveles de monóxido de carbono vuelven a la normalidad
En 1 día: reducción de riesgo de ataque al corazón
En 3 días: relajación de los bronquios y aumento de la capacidad respiratoria
En 2 a 12 semanas: mejora en la circulación sanguínea.
En 1 a 9 meses: reducción de la tos e infecciones de las vías aéreas, mejora de la respiración, limpieza de los pulmones y mejora en la capacidad física.
En 1 año: reducción del riesgo de enfermedad coronaria en un 50%.
En 10 a 15 años: el riesgo de muerte por enfermedad coronaria se iguala al de una persona que nunca fumó.
En 15 a 20 años: el riesgo de cáncer se acerca al riesgo de una persona que nunca fumó.
Como forma de frenar el número de fumadores tenemos leyes que hoy son un poco más estrictas, Es extremadamente prohibido fumar en espacios públicos cerrados, la publicidad e inclusión de advertencias sobre el uso del tabaco en las cajas de cigarrillo es obligatoria.
Otra forma de frenar el uso del tabaco fue la prohibición de publicidad, y la ratificación del Protocolo de Control de Comercio Ilícito del Tabaco.
Por otra parte, el control del comercio de tabaco, regula el mercado de dependencia, que comenzó con el tabaco, continúa con un proyecto de reglamento sobre la venta de bebidas alcohólicas, y la Ley de Reglamentación de mercado de Cannabis. Controlando así el consumo de drogas psicotrópicas, y principalmente las consecuencias del uso en los conductores.
Son medidas preventivas que pueden ayudarnos a disminuir el número de fumadores y de las enfermedades causadas por el uso del tabaco. Seamos conscientes en cuanto a su uso y para una mejor orientación en cuanto a tratamiento busque ayuda médica.